·

さて、どちらへ行かう風がふく

bien... ¿a dónde ir...?
...el viento
sopla...


15 marzo 2020

nuestra naturaleza

Esta mañana he abierto la ventana de la galería y la calle desierta me ha llegado al alma. Solo un barrendero, un chico de color, estaba parado como mirando algo lejano en el aire fresco de la mañana. El sol espléndido. El canto de los pájaros...

Creo que es la primera vez que la soledad perfecta de una mañana de sol me encoge el corazón.

Qué sensación tan extraña.

Al darme la vuelta para volver a entrar en casa he visto que en uno de los tiestos, vacío, solo tierra, había germinado algo.
Las primeras hojas, semillas que dejé en la tierra, en un día que ya no recuerdo, de una fruta que desconozco.

Sin que yo sepa cómo, mientras dormía, la semilla germinó y extendió sus hojas en la soledad de una noche cualquiera. Porque es lo suyo. Es su naturaleza.









1 comentario:

  1. Lo extraño, condiscípulo querido, es que aquí en el campo he sentido lo mismo. Una extraña soledad sonora...
    Aquí pasan pocos autos. Hoy ninguno Aquí se escucha los pajarillos cantar. Hoy cantaban mucho más "alto" de lo que puedo recordar. Y las cigüeñas haciendo sonar sus picos en el cortejo nupcial...
    En la ventana una gatita recostada en un tiesto. Estaba tan relajada que aparentaba albergar toda la sabiduría natural, conocer todos los secretos del universo.

    Plantas, pajaritos, gatos, cigüeñas; todos parecen al margen de las inquietudes y miedos humanos; todos ellos se saben relajar, seguir los biorritmos de la vida y de su propia naturaleza; no preocuparse por adelantado, dejar pasar...
    En el gesto de la gatita estaba contenido un "aquí no hay espacio para el estrés ni la preocupación. Moriremos cuando debamos, y en este segundo parece que no..."

    Manos juntas que se inclinan ante lo que se inclina. ¿Quién saluda a quién?
    Los pajarillos siguen cantando y el miedo no lo va a impedir: ellos saben algo que nosotros no recordamos. O sólo a veces, pequeños saltamontes y otras faunas...

    ResponderEliminar