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さて、どちらへ行かう風がふく

bien... ¿a dónde ir...?
...el viento
sopla...


22 diciembre 2017

nacimiento



Nadie. No hay nadie.

Hasta aquí la luz de la mañana. En el interior de la iglesia penumbra vacía que emana de la misma piedra.

Arrodillado frente al sagrario
el sacerdote en silencio

Desde afuera el breve canto de un pájaro. En la bóveda el eco de un silencio que en soledad se recoge en el aire.

Amontonadas en el último banco
las figuras del belén


Nadie. Ahora nadie hay aquí.





 








12 diciembre 2017

kitsune



 “—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el Principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
 —Ven a jugar conmigo —le propuso el Principito.”



Mirando el cielo, de vez en cuando siento en mi espalda las suaves punzadas de la hierba recién cortada. El rumor del oleaje es un rítmico vaivén que se funde, ahora sí, ahora no, con el otro vaivén, el del viento.

Creo que estoy domesticado. Sí. Contemplo ahora este azul que cae sobre mí con la intensidad del sol del mediodía y siento sobre mí la mirada del mundo. Mi amigo. 

Sí. Tú me miraste. Al principio de soslayo, con el rabillo del ojo de cada pájaro que vuela desde la mañana. Tú me escuchabas con los oídos de la musaraña que rebusca en la hojarasca, afinando el oído de cada zorro que aún no conocía mis pasos.

El rumor del oleaje. Un caracol muy quieto en el envés de la hoja de caña. Apenas siento ya el viento sobre piel.  Es un vaivén que llega directamente a lo más profundo de mí. Ese no-yo bajo el sol. 

Un haijin es un amigo que aguarda. Es un amigo que a la puerta de su escondrijo contempla los campos de cereal dorados por el sol, batidos por el viento. Al principio con un poco de inquietud, como de soslayo, con el rabillo del ojo… Un haijin es un amigo que poco a poco confía. Y ve.

Este haijin tumbado sobre la hierba atiende a cada uno de tus gestos porque hasta el más ligero de tus gestos y tus no-palabras son importantes. Merodea con cuidado en torno a todas las cosas y los seres que te constituyen. Juguetea con tu luz entre sus dedos y con palabras que no te nombran. Porque tú me domesticaste y tu amistad abrió mis ojos a tus ojos. 

Las olas. Las olas que dejan y recogen conchas sobre la arena. El sol. Las montañas difuminadas por la bruma. Las gaviotas y sus gritos y el milano y su silencio.

Este mundo. Este mundo que nos contempla y nos aguarda. Su luminosa presencia que domestica a quien cede a su quietud.



  
ciruelos en flor,
parece que mi amigo
tiene más canas











03 diciembre 2017

A pesar de la lluvia... los pájaros

A pesar de la lluvia, dibujo pájaros. Sobre la marisma, en un antiguo molino de mareas reconvertido en aula de la naturaleza.

Cursillo de dibujo de la naturaleza. Aves. Todo el fin de semana. Qué hermosamente construidos están los pájaros. Hasta en sus huesos huecos habita el aire, para que ellos habiten en él.


Pasaría días enteros dibujando pájaros. Habitando el aire. Hueco, vacío salvo al deseo de volar. A pesar de la lluvia...