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さて、どちらへ行かう風がふく

bien... ¿a dónde ir...?
...el viento
sopla...


27 diciembre 2014

de bacalao y corcho, de roca y fe





Sí, es bacalao. Mirado así se parece un poquillo al corcho que ponía yo de niño como portal del belén. Y el corcho mirado asá no deja de parecerse a las rocas... Sí, sí se parece sí...

Sí. Es un acto de fe. Qué si no es la Navidad. Un acto de fe en el que cada uno confía a su manera o como puede.

Fe, confianza.... En qué. Es qué, a quién, podremos otorgar ese don. Mi más sencilla y blanca confianza que ve rocas en los bacalaos o deja que la luz nazca debajo de un corcho.
Este mundo es a veces corcho, pero del malo, que parece taponarnos una y otra vez lo que podríamos ser, lo que hubiésemos podido ser...

Qué desilusión... esa grisura que mide lo que separa lo que soy de lo que podría ser.
Es a veces tan insoportable y desesperanzadora como la felicidad de los esclavos.
Este mundo este mundo... es corcho, es rocío..

¿De verdad creo que la Luz puede nacer en un pesebre maloliente y abandonado? ¿Confío de verdad en que el Amor me salvará pese a mi terquedad? ¿Veré en mis ojos los ojos de alguien que ve? Que Ve.

Ahora mismo, aquí, está naciendo algo que no soy capaz de ver pero que "alguien" en mí sí intuye. Algo que sé, no sé por qué, me salvará del miedo y la opacidad de mí mismo.
Me está naciendo algo nuevo y hermoso, una luz, un suave silbo, como una pequeña ola, como un niño.


Mmmmmm, cómo me lío. Y es que es verdad. Sí, es bacalao. Y el corcho es corcho. Y las rocas, rocas.
Sí, es verdad. Es un acto de fe. Como vivir, como el brillo del sol en el rocío de la mañana.



21 diciembre 2014

俳句 cuarto domingo de adviento








vacía
en la taza de té
la última luz de otoño





En el difuso filo en el que las cosas terminan y surgen, en los solsticios de todos los momentos. Ahora mismo. La luz que ya es otra luz. Que llega y ya estaba aquí.

Una mano sobre mi mano. Una mirada. Todo este tiempo, aquellos nuestros tiempos, se hacen ahora. Otra música, otro concierto de navidad, bajo otras bóvedas, suenan aquí, con todos sus silencios. 
Nuestro solsticio. Nuestra luz que nace. Que nunca deja de nacer. Que llega y ya estaba aquí. Con nosotros, donde siempre estuvo.