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さて、どちらへ行かう風がふく

bien... ¿a dónde ir...?
...el viento
sopla...


10 febrero 2007

Bstrm III 魚 sakana



Gao Xingjian dice en uno de sus libros que los hombres tienen más aguante que los peces porque éstos hace ya tiempo que desaparecieron del río que atraviesa su ciudad ,víctimas de la contaminación, de la suciedad (o de la tristeza gris tan propia de las urbes).
Bueno, lo que va entre paréntesis son imaginaciones mías. Pero Xingjian también cuenta que los los grandes peces se parecen a los grandes hombres, ambos desaparecieron hace tiempo (y sólo quedan caricaturas de seres contaminados y medio muertos de tristeza gris).
Los paréntesis vuelven a ser de mi cosecha claro.
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Dicen que la memoria de los peces no llega más allá de cuatro o cinco segundos. Oh felice!
Yo en cambio tengo una memoria nefasta, recuerdo demasiadas cosas. Es además traicionera e imprevisible. Una música, un aroma... y mi mente se desboca.
Cómo me gustaría seguir el camino de los peces, deslizándose siempre en un perpetuo presente. Ver el sol cuando es de día, ver la luna cuando es de noche. Eso es todo.
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Hasta que no la conocí yo no sabía lo que era la soledad.
Yo sólo hablaba con los lares y los manes. Les contaba mis anhelos y desvelos, mis deseos. Quizá ellos escuchen, quizá me concedan una tregua, o la calma y la serenidad definitivas. Quién sabe.
Ella y su mundo. Se detiene el río por un instante, aquí y ahora, y el universo tiembla tenue en el crepúsculo.
Aquí y ahora las lunas y las lluvias se suceden sin cesar. Se marchitan las flores y en algún lugar vuelven a florecer. Dónde acabará este largo camino. A qué pórtico glorioso me conducirá, a qué finisterre.
Despedirse de los amigos y soñar con las islas de los pinos. No pensar en los regalos porque ocupan sitio y pesan, porque el tiempo de los regalos ya pasó.
Son lágrimas los ojos de los peces y lloran los pájaros en mi corazón y mis sandalias aguardan en la oscuridad el polvo de los senderos.
Y sin embargo sé que una caña con su hilo invisible me tiene unido a Ella. Puedo caminar hasta el fin del mundo pero bastará un tirón del hilo para hacerme regresar a su lado.