·

さて、どちらへ行かう風がふく

bien... ¿a dónde ir...?
...el viento
sopla...


23 diciembre 2023

Luz en la luz.

 





Tu palabra es una lámpara para mis pies. Guíame, luz bondadosa, en medio de la oscuridad circundante. Guíame.

La noche es oscura, y yo estoy lejos de casa. Guíame tú, para seguir.
Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz. La luz es conocimiento. La luz es vida. La luz es luz.

En algún lugar de Market St., San Francisco, entre entonces y ahora, recuerdo las palabras de las personas amadas, que son, que fueron. Que están. Ahora, bajo la atenta mirada de las lechuzas de luz. En Navidad.








Gracias por estar ahí. Por acompañarme.
Si te gustan mis vídeos EJERCE: dale a Me gusta.
PARTICIPA: comenta, comparte un poco.
FORMA PARTE: suscríbete, activa la campanita.
Es gratis, bonito y acumulas buen KARMA para ti y todos los GATITOS que en la web han sido





19 diciembre 2023

la luz recogida

 




todavía humeantes
retira las pequeñas velas votivas
la luz
recogida en los iconos dorados
de la ermita bizantina




Monastiraki, Atenas







15 diciembre 2023

Adviento. Algo se acerca, mezcla de nada y silencio.

 






Ser solo hijo de este instante. Como un haiku. Como el destello de un ascua en el aire. 

Haikus… de mis amigos. Todos ellos… Una lejana llovizna que cala sin mojar, hasta el tuétano. Mezcla de nada y silencio.





Gracias por estar ahí. Por acompañarme.
Si te gustan mis vídeos EJERCE: dale a Me gusta.
PARTICIPA: comenta, comparte un poco.
FORMA PARTE: suscríbete, activa la campanita.
Es gratis, bonito y acumulas buen KARMA para ti y todos los GATITOS que en la web han sido







12 diciembre 2023

Sin que nadie mire, sin que nadie escuche.


Como cuando echa la semilla en la tierra y se va a dormir. Y pasa la noche y el día. Y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.

Me ha venido a la memoria. Tras el chasquido de la piña que trajimos del bosque. La que recogimos junto a la cueva prehistórica. Estaba bien compacta entonces, perfecta, como recién dejada por alguien sobre la hierba.

Desde ese día se va abriendo poco a poco. Inesperadamente. El chasquido solo le he escuchado otra vez. El día en que me di cuenta de lo que era. Mientras estaba escribiendo algo que ya no recuerdo.
 

A veces, cuando no puedo dormir, pienso en la piña abriéndose en la oscuridad de la noche. Sin que nadie mire, sin que nadie escuche. En todas las cosas dejadas por nadie sobre la tierra. Perfectas. Abriéndose poco a poco a lo que son. Imperceptiblemente. Sin que nadie sepa cómo.












07 diciembre 2023

Como la luz de la tarde la luz de esta mañana

  

Como la luz de la tarde. Sobre la roca. Al final del viaje. De pronto, como la luz de la tarde la luz de esta mañana, llenando poco a poco con su calor la pequeña plaza junto a la iglesia bizantina.

¿Por qué fluye ahora aquello que no tiene nombre? ¿Dónde está la fuente de la que mana? Ahora. Justo en el momento en el que todas las cosas son. Y puedo verlas.

No hay esfuerzo, no hay intención.

Como la luz de la tarde la luz de esta mañana. Sobre la hierba todavía blanca de los prados. Qué frías las hojas de hierbabuena. Qué trasparente su olor. Su delicado brillo bajo el primer sol de la mañana.

De vez en cuando el vaho junto al hocico del poni. Qué quieto. Qué peludito. Sobre su costado apenas el movimiento de una delgada sombra. Ramitas de un árbol joven.

La ligereza de un murmullo en el arroyo, de todo lo que con él va… Sin más. El arroyo…



Al final del viaje. La luz de la mañana. Algo que fluye, algo que se muestra y se esconde. La blancura de las columnas de más dos mil años sobre la roca, de las ramas de los abedules extendiendo su brillo más allá del agua.

 










04 diciembre 2023

The Bay. Una pradera en el agua. La Bahía de San Francisco

 






Sentándome aquí, descansando mis huesos, y no quiere dejarme solo esta soledad. Dos mil millas vagabundeando, solo para hacer de este muelle mi hogar.

Nunca sé cuándo la marea está subiendo, cuándo bajando. Solo mirar el agua hasta que los huesos, los de muy en el fondo, blanqueen a la intemperie.





 Sígueme en YouTube





Gracias por estar ahí. Por acompañarme.
Si te gustan mis vídeos EJERCE: dale a Me gusta.
PARTICIPA: comenta, comparte un poco.
FORMA PARTE: suscríbete, activa la campanita.
Es gratis, bonito y acumulas buen KARMA para ti y todos los GATITOS que en la web han sido









23 noviembre 2023

Salí en su busca.

 




Sabía que no estaría, pero aun así salí en su busca. La voz del sapo partero. El vuelo del vencejo. No sé por qué. Creería que estuviese aquí, el verano todavía. Acechando bajo la hierba que huele a humedad.

En el camino llegó la noche. La luna gibosa. La primera estrella.

Inevitable. Asomado al puente siento la inquieta presencia del agua que no veo.

Desde una granja “mamá” en la voz de una niña.

En mi boca, el frío aire de la noche.

¿Qué buscas adentrándote en la oscuridad? Entre los pliegues del agua. ¿Qué buscas, tú, alzando la mirada a la luz vertida sobre la hierba?









21 noviembre 2023

En el temblor de la roca


Primero llegó el agua. Horadando la montaña, disolviendo la roca. El río ahondándose en la piedra durante millones de años. Después, en el aire dejado atrás por el agua, habitaron aquí los neandertales. Noventa mil años. El río ya entonces discurría doscientos metros más abajo de la entrada de la cueva.

Llegamos al silencio que ellos dejaron atrás hace al menos veintidós mil años. Una gota de agua cae sobre mi hombro. Después el silencio es tan hondo como la oscuridad. Cuatro personas y el guía. Agachados en algunos tramos.

Cuando las ciervas comen reunidas en el bosque algunas de ellas vigilan con la cabeza levantada, el cuello estirado. Esas son las que graban con piedra sobre la piedra. El guía dice. Luego calla.

A veces hace titilar la linterna. Como sería con las lámparas de tuétano. La roca despierta. Las sombras giran sobre sí mismas tras las estalactitas, en los bordes de las coladas de calcita. Asoman de las oquedades, descienden de los techos.

Siempre han estado aquí. Los caballos, las ciervas y los uros. Los bisontes.

Después la oscuridad. El silencio.

Roto por las gotas de agua, cayendo desde hace millones de años. Una y otra vez. Grabando la roca. El tiempo.

Huesos hechos piedra. Piedra que parecen hueso.

La cueva se estrecha, siento en el casco el roce de la roca. Escondido, a la vista de todos, la silueta de un caballo en el corazón de la montaña.

Desde la más profunda oscuridad el aliento del agua. El frío cristalino de una sola gota de agua atraviesa justo ahora los doscientos mil años que me constituyen.




En la humedad de la roca las ciervas atisban algo que se nos escapa. Los caballos salvajes miran este instante en el que todos nosotros habitamos esta cueva. A plena oscuridad.

Todas nuestras hazañas y desdichas. Todos los niños y los muertos. La luz entera.

¿Dónde están las palabras que lo contaron? ¿Serían como estas? ¿Titilaban?

Grabando el aire con el aire.

En el corazón de la montaña habitan todas las palabras. Las que no es necesario nombrar.

Un apunte, un haiku, para reconocer en la roca lo que siempre estuvo allí. Su temblor.

Una gota de agua sobre la piedra. Todo el silencio que llega después.





frente a la boca de la cueva
unas sobre otras 
las húmedas hojas de otoño







Caballo grabado. Cueva Hornos de la Peña. Cantabria. 













17 noviembre 2023

Tomodachi. El sapo de Kôfukuji.

 





A veces, cuando nada de oye, salvo la lluvia, pienso en el sapo que habitaba allí. En el jardín del templo. En su rincón.
Aquel sapo fue durante todo el tiempo que viví allí un amigo. Un buen amigo. Salir a comprobar si estaba allí, en su sitio, tras cada llovizna, se convirtió en un ritual tan necesario como íntimo para mí.




 Sígueme en YouTube




Gracias por estar ahí. Por acompañarme. 
Si te gustan mis vídeos EJERCE: dale a Me gusta. 
PARTICIPA: comenta, comparte un poco.  
FORMA PARTE: suscríbete, activa la campanita. 
Es gratis, bonito y acumulas buen KARMA para ti y todos los GATITOS que en la web han sido