Cuando dos almas simples se juntan pasan cosas
así. Dos gansines bailoteando en el centro de Tokyo. Más allá de las
fachadas de espejo de los rascacielos los "salaryman" recién salidos del
trabajo fuman y charlan mientras miran de reojo.
Sobre unos y otros las luces de los neones se encienden iluminando la noche japonesa.
Y aún más allá, unas risas, ay qué risas jajaja, con más luz que todas las luces de Tokyo...
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