Qué extraño escuchar la propia voz y no reconocer en ella sino solo un eco, uno más de los sonidos del mundo, como el crepitar del fuego o la llamada de los grillos. Es hermoso.
Grabé esto hace casi un año y no lo había vuelto a escuchar. El aware.
Gracias al trabajo exquisito, tan bello, de Enrique Linares, tan generoso, ese eco resuena de nuevo mucho más cálido, más cercano. Mucho más hermoso.
Gracias, de corazón.
¡Hermosa charla, querido momiji! Con esa profundidad, claridad e intensidad de lo que es el aware, de lo que es el haiku, de lo que es la brevedad y la humildad. Una verdadera enseñanza a partir de la sencillez de todo lo que nos rodea, de la verdad de ser lo que se es. Una manera de estar en sintonía con nuestro entorno y dejar testimonio de ello. Ser parte y comunicarlo. Es decir, la vida misma. El camino esencial de cada quien. ¡Cuánta enseñanza desde el corazón nos dejan tus palabras, querido amigo!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias!
Un gran abrazo.
Gracias a ti Juan Carlos. Muy hermoso comentario al que no añadiría ni una coma.
EliminarGracias de nuevo. Un abrazo grande