Casi me quedo dormido. A sotavento de la pequeña duna
que separa la playa de la ría que viene
de la marisma. He caído derrengado, como esos tipos de las pelis que se pierden
en el desierto.
Sin esfuerzo alguno, caminar sin rumbo claro hasta
llegar aquí. A exponer mi cuerpo al sol, sin remedio.
Casi me he dormido pero no. Una especie de ataraxia
pesada y sobrevenida ha invadido cada célula de mi cuerpo. Noto el sol bordear
sin piedad la visera de mi gorra sobre la cara, la tibieza de la arena en mi
espalda, el zumbido de un abejorro por aquí cerca que vuela y se posa, y vuelve
a volar.
Ahora escribo no sé qué para qué. Una garceta
corretea en la ría persiguiendo peces. El boli choca con granos de arena casi
invisibles.
Ojalá me hubiese dormido. Profundamente. Arena en la
arena.
Hay una soledad casi perfecta aquí. El sol, el
viento, el sonido de los pájaros en la marisma y el del mar tras la duna. Sin
embargo hay días que me pesa hasta mi existencia.
Como la radiación de fondo del universo hay algo en
mí que siempre subyace a todo lo que hay y siento. Algo que viene de un lugar
lejanísimo y desconocido. Y que sin embargo me constituye de alguna manera que
ignoro.
Hay una vida que no es mi vida. Y que me habita.
Me gustaría arrancarme algo importante y dejarlo ahí, sobre la mesa, o en
la arena. Algo que pese mucho y no se vea a simple vista.
La garceta sigue pescando. Corretea de vez en cuando
con la mirada fija en el agua. Otras veces quieta como una blanquísima tibia expuesta
al sol. Nada más.
No puedo dejar de mirarla. Mi mente queda blanca y
hueca por un momento.
Arrastro con los dedos la tibieza de la arena clara.
En las hojas del cardo marítimo una suavidad extraña.
Guauuuu!!!!!....precioso momento de soledad... magistralmente transmitido.
ResponderEliminarMas que nunca me viene lo aprendido y sellado...."ese Don ... tenemos el deber de transmitirlo..."
Estamos en la misma onda...¡Ay! ¡Cómo pesa!
ResponderEliminar-^-
Precioso y hondo, Félix. Estoy con Nicolás: "ese Don... tenemos el deber de transmitirlo". Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por compartir este momento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me sumo al resto de comentarios y te vuelvo a dar las gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn abrazo
j
Un abrazo Félix, gracias.
ResponderEliminarGracias a vosotros. Sois muy pero que muy amables. Así da gusto compartir. Mucho más que meras palabras.
ResponderEliminarUn abrazo grande