vacía
en la taza de té
la última luz de otoño
En el difuso filo en el que las cosas terminan y surgen, en los solsticios de todos los momentos. Ahora mismo. La luz que ya es otra luz. Que llega y ya estaba aquí.
Una mano sobre mi mano. Una mirada. Todo este tiempo, aquellos nuestros tiempos, se hacen ahora. Otra música, otro concierto de navidad, bajo otras bóvedas, suenan aquí, con todos sus silencios.
Nuestro solsticio. Nuestra luz que nace. Que nunca deja de nacer. Que llega y ya estaba aquí. Con nosotros, donde siempre estuvo.
ResponderEliminarNada está vacío del todo. Elegirás con qué llenar ese vacío. Será siempre aquello que te alimente, el cuerpo o el alma. A veces será sencillo, será el regalo de la luz eterna del sol, unas veces cálida, otras veces tibia y allí estarás... Y cada momento será distinto, aunque sean las mismas cosas, las mismas personas, será otro tiempo con otro espíritu. Renaciendo en cada ciclo.
Feliz Navidad !
Es muy bonito lo que has escrito Mirta, muchas gracias.Me gusta que te expreses con libertad, desde el corazón. Con lo que en cada momento te sugiera lo escrito.
ResponderEliminarEn japonés el kanji para "vacío" coincide con el de "cielo". No creo que sea por casualidad. Siempre y nunca es el mismo. Tampoco creo que sea casualidad que busquemos a los dioses y a los santos allí. El vacío, el cielo, no solo se extiende sobre nuestras cabezas, seguro, también alienta nuestros corazones.
Besos, y Feliz Navidad por supuesto, siempre que quieras ;)
El vacío, el cielo. Tan intangibles...
EliminarDioses, santos... y nuestros humanos...
Sobre nuestras cabezas su ubicación pero su valoración por lo que acoge... en nuestros corazones
Y siempre querré de quien me quiere el deseo sincero de Feliz Navidad ;)
Y los besos, aussi :-)
EliminarLa taza vacía llena de luz!!
ResponderEliminarhermoso!!
felicidades amigo!
Gracias Karin!
ResponderEliminarUn abrazo grande