La gente, ávida de sol, indecisa en lo temporal, entre el bikini y la parka, deambula, corretea, se tumba o juega en playa.
Me gustan las fechas y las horas en las que languidecen las fronteras, los límites. Mediodía de un azul sumergido en otro.
En el final del muelle un hombre juega con su perro. Le lanza una pelota al agua. Al perro, un border collie, le falta tiempo para correr hasta el final de la rampa y nadar hasta ella. Una de las veces, justo al final de la rampa, resbala y se mete en el agua como patinando.
Caminando por la arena, una niña le dice a su madre que quiere ser investigadora. Levanta en su mano una piedra pulida por la mar. "Porque quiero saber qué es esto".
En una pocilla dejada por la marea una estrella de mar cruza de pronto dos de sus finos brazos.
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