¡Qué sorpresón! Me llega de Cuba mi premio por el concurso el Vuelo del Samandar. Un furoshiki desde el ministerio de asuntos exteriores japonés, postales budistas de Casa Asia, una talla del grupo de aristas y artesanos Yadegar... y mis libritos editados con todo el cariño de esta maravillosa gente de Cuba. ¡ Gracias !
El sirimiri incesante parece mucho más luminoso esta mañana.
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