Así es Karin. No solo en la memoria. A veces uno se sorprende haciendo, o rehaciendo, de una forma que llevamos tan adentro que se nos ha vuelto invisible. A veces vivimos reviviendo y ni siquiera nos damos cuenta.
Qué puede decir uno cuando se agolpan tantos sentimientos en un nudo. Tu padre ha sido un afortunado en tenerte a tí como hijo y tú a él como guía. Un abrazo fuerte
me gusta tu haiku lleno de nostalgia. Puedo imaginar esa imagen que seguro tienes grabada en la memoria.
ResponderEliminarsaludos
Así es Karin. No solo en la memoria. A veces uno se sorprende haciendo, o rehaciendo, de una forma que llevamos tan adentro que se nos ha vuelto invisible. A veces vivimos reviviendo y ni siquiera nos damos cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Qué puede decir uno cuando se agolpan tantos sentimientos en un nudo.
ResponderEliminarTu padre ha sido un afortunado en tenerte a tí como hijo y tú a él como guía.
Un abrazo fuerte
Tú lo has expresado bien: qué puede decir uno....
EliminarGracias Mirta. Un abrazo grande
Lindo y profundo tu haiku, Mo, te acompaño con otro que habla también del padre…(¡y cuánto se les echa de menos…!)
ResponderEliminarEl pescador
con qué delicadeza
libera al pez
Un abrazo,
Barlo
Precioso Barlo. El haiku y el comentario. Esos pescadores nuestros...
ResponderEliminarUn abrazo grande grande