A pleno sol, frente al mar, pensando como poder remendar los viajes vaqueros.
Quizá solo he comprendido o creído comprender a una
sola persona en toda mi vida. Santôka.
Pretencioso quizá. Su caminar sin sentido. La terrible maravilla de todas las
cosas que te destruyen poco a poco y sin remedio.
Y esta manía de escribir nimiedades que literalmente
no lleva ninguna parte.
Acercándome al lugar don rebuscaba el cuervo y no
hay nada.
¿Qué será lo que habita en lo más profundo de mí
mismo? A veces noto que no me pertenece, que resplandece. Algo bueno y luminoso,
que no roza en absoluto con nada de lo que le rodea. Transparente absoluto que permite
ser atravesado por toda la luz.
Ojalá sea visible.
La única que con su luz he llegaba al centro mismo
de mi ser. La única que me ha hecho mejor.
Inventaré palabras. Para ella. Para ella conmigo.
Porque no las hay.
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