En el recóndito seno del camarín hallo mi inspiración poética.
Canto a la fragante pureza de este encuentro
mientras el viento azota las flores.
Nubes y lluvia sobre el lecho, ¡me siento río y océano!
Cual inseparables patos mandarines,
agotamos nuestra vida en juegos acuáticos.
De: Zen Hilo Rojo. Iluminación, amor y muerte del maestro zen Ikkyû Sôjun.
Ilustración: internet
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