qué despistado...
papá se deja sin cortar
la seta más grande
Qué despistado... por un momento creí que era entonces. Lo creí de veras. Por un momento en que no sé qué pensaba, tal vez en nada, creí que caminaba sobre la suave hierba.
Vocación de despistado es mi vocación verdadera. Extraviarme, aunque sea solo por un momento, en el eco lejano de tu voz y de tu risa. Dejarme llevar por la suavidad silvestre de aquellos días en que el mundo entero nos aguardaba con calma ofreciendo solo sol, viento, nubes... y la seta más grande y hermosa. Cada día.
Qué despistado. Dejé sin cortar el hilo rojo más brillante, el que me unía a entonces. Un tirón, solo un tirón del hilo, y volveré a tu presencia.
Otanjôbiomedetô otôsan
es tan bonito....
ResponderEliminarun saludo
Y ahí estaba el hijo, viendo lo que no veía su padre. Al final, seguro que la cenaron.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias
ResponderEliminarY el padre lo que entonces no veía su hijo...
Aquella seta seguro que fue a la cesta. Rica rica uummmmmm
Un abrazo
Tiene un toque de nostalgia, este precioso haiku.
ResponderEliminarLlega, llega al corazón...
Esos paseos, respirando aire puro con tu padre, no tienen precio...
Un abrazo, tomodachi.
Nostálgico, entrañable...
ResponderEliminarUn abrazo Félix