qué despistado...
papá se deja sin cortar
la seta más grande
Qué despistado... por un momento creí que era entonces. Lo creí de veras. Por un momento en que no sé qué pensaba, tal vez en nada, creí que caminaba sobre la suave hierba.
Vocación de despistado es mi vocación verdadera. Extraviarme, aunque sea solo por un momento, en el eco lejano de tu voz y de tu risa. Dejarme llevar por la suavidad silvestre de aquellos días en que el mundo entero nos aguardaba con calma ofreciendo solo sol, viento, nubes... y la seta más grande y hermosa. Cada día.
Qué despistado. Dejé sin cortar el hilo rojo más brillante, el que me unía a entonces. Un tirón, solo un tirón del hilo, y volveré a tu presencia.
Otanjôbiomedetô otôsan